domingo, 30 de noviembre de 2008

GRANITOS DE ARENA CONTRA EL APOCALIPSIS.

La lectura (o quizás debería decir la "no lectura") de los extractos del libro Los límites del crecimiento: Treinta años después dio para hablar más que muchos otros libros "literarios" y leídos.

Es evidente que la tarea de enfrentarse a un texto en el que se acumulan datos probados y comprobados por científicos de prestigio mundial, dibujando un panorama apocalíptico en nuestro futuro planetario a medio plazo, puede provocar en el lector una respuesta instintiva de supervivencia: dejar la lectura. Vivimos una cotidianeidad particular en la que tenemos que resolver muchos problemas como para echarnos encima los problemas de un planeta sometido a la acción depredadora del hombre (palabra que viene del latín y cuyo significado original es humus, tierra, con lo cual no es nada sexista, por mucho que se empeñen algunos miembros y miembras del ente político).



La cuestión es, como dijo el responsable de la lectura, Juan Antonio Carmona, que no hay razón para que debamos enfrentarnos a este texto como a un espejo. Simplemente se trata de datos que nos ayudan a comprender mejor lo que está pasando, pero que no nos obliga a sentirnos mal con respecto a la situación, al fin y al cabo, nadie ha elegido nacer y nadie tiene la capacidad y la obligación de cambiar el mundo.


Obra de Banksy, artista callejero inglés. Visita el link.

Si es cierto que las acciones individuales pueden aportar algo en una escala personal; la conocida consigna piensa global, actua local. Pero son granitos de arena contra un leviatán, y aunque sería posible que todos los seres humanos juntaran sus granitos de arena y armaran una montaña, es bastante improbable, palabra que resume y define el devenir del mundo hacia esa utopía que muchos o casi todos han soñado a lo largo de los siglos. Pero la utopía, como nos enseño Horkeimmer, pertenece al sueño, no al proyecto real.



Cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, comprar un desodorante libre de cfc, conducir un vehículo de baja emisión contaminante, mantener el consumo en un nivel mínimo, o disminuirlo. Todas estas consignas emanadas desde los gobiernos o las ongs son la mitad de la realidad en la que pululamos, una realidad que yo defino como la esquizofrenia, porque la otra mitad se compone de ejemplos de comportamientos depredadores, falta de escrúpulos, explotación, injusticia, hambre, enfermedades, muerte; y también esta realidad emana de la misma sociedad que habla de derechos humanos inalienables y de un futuro mejor. La gente, como dijo Juan Antonio, hace las cosas porque íntimamente se siente mejor al hacerlas. Lo cual me lleva a considerar que según eso, se derrumba la creencia del sacrificio personal por los demás, el ejemplo del redentor que se deja inmolar en la cruz. Pero también Manolo Moreira nos presentó un ejemplo en el que la iniciativa personal de un grupo comprometido logró recuperar un entorno degradado y conseguir mediante el ejemplo la implicación de la administración; con fines políticos, evidentemente.


The Yes Men, grupo de activistas que ganaron notoriedad internacional por suplantar a la Organización Mundial de Comercio en Internet y en televisiones y conferencias de negocios de todo el mundo. Visita el link.

Maquiavelo lo dijo hace siglos: el fin justifica los medios. La pregunta que yo hago mía, y que pronunció antes de abandonar este universo el Doctor Manhatan, dejando perplejo a Adrian Veidt (en la obra maestra de la historieta Wachtmen) es: ¿Fin? ¿Qué fin? Nada acaba nunca. Y ahí seguimos, en la incertidumbre de la cuerda floja por la que transitamos a diario, entre no hacer nada y hacer algo, demasiado pequeños como para tomar decisiones más allá de lo que nuestros sentidos nos permiten aprehender.



Este es el mundo que nos ha tocado, y cada uno es libre de hacer lo que quiera. Las opciones son muchas, pero nuestro tiempo y capacidad muy limitadas. Si los datos y previsiones del libro son ciertos, somos testigos del fin de los recursos de un planeta que parecía a priori tener capacidad para alimentarnos a todos. Respecto a lo que pasará, sólo hay probabilidades, y un pequeño vacío que siempre se reserva el azar.

Entrevista a Leopoldo Abadía, que explica la crisis económica.

domingo, 2 de noviembre de 2008

LOS LÍMITES DEL CRECIMIENTO.

El informe Los límites del crecimiento, encargado al MIT por el Club de Roma fue publicado en 1972, poco antes de la primera crisis del petróleo. La autora principal fue Donella Meadows pero también contribuyeron Dennis Meadows y Jorgen Randers. El informe se basa en la simulación informática del programa World3, creado por los autores del informe con el objetivo de recrear el crecimiento de la población, el crecimiento económico y el incremento de la huella ecológica de la población sobre la tierra en los próximos 100 años, según los datos disponibles hasta la fecha. La tesis principal del libro es que, en un planeta limitado, no es posible un continuo crecimiento económico, y estos límites pueden ser de dos tipos: de recursos naturales y de la capacidad de la tierra para absorber la polución sin mermar la calidad del medio ambiente.

Fuente: Wikipedia.