sábado, 27 de septiembre de 2008

REQUIEM POR UN CAMPESINO ESPAÑOL.

Este libro, según reseña la contraportada, recoge un dramático episodio de guerra civil en un pueblecito aragonés. Mosén Millán se dispone a ofrecer una misa en sufragio del alma de una joven a quien había querido como a un hijo. Mientras aguarda a los asistentes, el cura reconstruye los hechos: el fracaso de su mediación, con la que creyó poder salvar al joven, pero que no sirvió sino para entregarlo a sus ejecutores. El relato es de una perfecta sobriedad y de una sencillez no por ello menos profunda y estremecedora. La narración sobrecoge por su ajustado realismo, por la eficacia de sus símbolos y por el profundo conocimiento de losmecanismos de la conciencia, puesto de manifiesto a través de la evocación del sacerdote. Sin lugar a dudas, Réquiem por un campesino español es una de las mejores obras de Ramón J. Sender y un libro definitivo sobre nuestra guerra civil, alejado de cualquier panfletarismo.

Esto dice la entusiasta reseña de la contraportada. Veamos si es exacto o no. El tema de la guerra civil no es fácil, ya lo vimos cuando leímos Los girasoles ciegos, la herida aún supura y ni mucho menos se ha cerrado. Como dijo Eduardo cuando comentamos Yo, el Rey, el 2 de Mayo comenzaron las dos Españas. Tema para debatir.

Espero vuestros comentarios. Sentíos libres de hacerlos en cualquier momento de vuestra lectura.

Gracias a todos.

3 comentarios:

Karmons dijo...

Apenas he empezado el libro, pero ahí van unos comentarios para romper el hielo:

Lo primero que me ha llamado la atención del libro es el uso por parte del autor del nombre del párroco: Monsen Millán.

En las primeras páginas, se refiere al personaje por "el cura" y por "Monsen Millán" indistintamente, nunca abreviando por "Monsen" como es común en otros textos. Hasta la segunda página no nos enteramos que se trata del mismo personaje. Las siguientes páginas están cargadas de "Monsen Millán, Molino" una y otra vez, como si fuese algún tipo de soniquete sonoro. Podría haberse omitido, abreviado o cambiado por párroco, cura, padre... El que no se haya hecho así me hace pensar que es deliberado.

En la página 17 incluso el monaguillo lo llama "Monsen Millán" en lugar de "señor" como en las primeras páginas. No entiendo que pretende el autor con esto.

Otra cosa que he observado es que el narrador deja caer algunos juicios de valor que no sabemos si son suyos o del párroco. Por ejemplo en la página 22:
"Los niños y los animales quieren a quien los quiere"

en la 23-24:
"Los labradores tratan a sus perros con indiferencia y crueldad y es sin duda la razón por la que esos animales lo adoran"

Y esas son las cosas que se me han pasado por la cabeza en mis primeras 30 páginas.

Juan Antonio

azarfram dijo...

Karmons, no es "Monsen", es "Mosén". Y proviene y significa lo siguiente:

(Del cat. mossén, mi señor).

1. m. Título que se da a los clérigos en el antiguo reino de Aragón.

2. m. Título que se daba a los nobles de segunda clase en el antiguo reino de Aragón.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Evidentemente, la acepción correcta en este caso es la número 1. De hecho la acción transcurre en un pueblo aragonés.

En cuanto a los juicios de valor, aún no he empezado a releer el libro.

Fram.

Karmons dijo...

Gracias por corregirme en el nombre (título) del párroco y en su significado.

Así tiene mucho más sentido.

Juan Antonio